Add parallel Print Page Options

28 Entonces les habló así:

―Vosotros sabéis muy bien que nuestra ley prohíbe que un judío se junte con un extranjero o lo visite. Pero Dios me ha hecho ver que a nadie debo llamar impuro o inmundo. 29 Por eso, cuando enviasteis por mí, vine sin poner ninguna objeción. Ahora permitidme que os pregunte: ¿para qué me habéis hecho venir?

30 Cornelio contestó:

―Hace cuatro días a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo en casa orando.[a] De repente apareció delante de mí un hombre vestido con ropa brillante,

Read full chapter

Footnotes

  1. 10:30 en casa orando. Var. en casa ayunando y orando.